Las fotos son graciosamente irreales y nos da una perspectiva distinta los alimentos que diariamente consumimos, ¿cómo sería si fuéramos así de pequeños y tuviéramos que convivir de esa forma con la comida?
Buffoli decidió trabajar con muñequitos y con comida por dos razones, primero porque tiene una fascinación por las cosas pequeñas, y con comida porque le interesa señalar la especie de obsesión que tienen los norteamericanos por la comida, en especial la chatarra.
No se a ti pero a mí sí me gustaría estar a lado de una dona gigante, una gran sandía o un jugoso filete.
Para ver mucho más de su trabajo, entra a su web oficial: Christopher Boffoli . Big Appetites
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