Nuestro intestino está plagado de microorganismos que no pertenecen a nuestro cuerpo. Estos millones de bacterias trabajan en nuestro interior para… Leer más…
Investigadores del Departamento de biología molecular del Instituto Tecnológico Avanzado de Corea del Sur acaban de dar con una forma de que la bacteria E.Coli produzca un hidrocarburo prácticamente idéntico a la gasolina común. En otras palabras, que las bacterias defequen gasolina.
El procedimiento ha sido descrito en un estudio publicado en la revista Nature, y utiliza una variante modificada de esta bacteria. El microorganismo se alimenta de glucosa procedente de cualquier planta o semilla no apta para el consumo humano, y genera un hidrocarburo refinado como residuo.
No es la primera vez que se utilizan bacterias para generar biocombustibles. Lo que sí es nuevo es que estos combustibles tengan una capacidad energética tan potente como la de la gasolina refinada.
El gran problema de esta nueva bacteria es que necesita de grandes cantidades de materia orgánica para generar más bien poca gasolina. Un litro de glucosa pura apenas sirve para producir 580 miligramos de combustible. Con todo, el avance es significativo y puede que no pase mucho tiempo antes de que se encuentre un sustitutivo barato, eficiente y abundante de los hidrocarburos de origen mineral.
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