miércoles, 28 de marzo de 2012

La Miel y un poco de historia

La miel es, básicamente, vómito de abeja.
Para producir miel, las abejas regurgitan 120 a 240 veces cada gota néctar después de su paso por su estómago.







Terminado este proceso, y para facilitar la evaporación, las abejas cuelgan las gotas de néctar procesado (40% a 80% agua) desde los muros superiores de la colmena, y las corrientes de aire generadas por el batir del conjunto de alas acaba por transformar el néctar en miel.









"Durante milenios, la humanidad no ha tenido a su disposición más sustancia azucarada que la miel ( el azúcar o sacarosa, no aparecerá hasta el siglo XV) este producto natural ha sido fundamental en la vida de los hombres en todas las latitudes del mundo, como miel pura, utilizada para fines comestibles, cosméticos y medicinales".


¿QUE ES LA MIEL?


La miel es el néctar y las exudaciones sacarinosas de las plantas, una vez recogidas, modificadas y almacenadas en los panales por las abejas. El néctar se compone con el agua que las plantas extraen del suelo. Cuando asciende por el tallo, esta agua lleva azúcares, minerales, vitaminas y otras muchas substancias que difieren de una planta a otra.
Las abejas liban el néctar de las flores, lo condensan o regurgitan con sus propias secreciones y lo transforman mediante la química de sus propios cuerpos. Las mieles varían de color, sabor y consistencia dependiendo de la plantas, la naturaleza del suelo, los esquemas climáticos y la estación de la cosecha, por lo que no existen dos mieles semejantes. Sin embargo, básicamente toda miel se compone de dos azúcares simples: glucosa y fructosa. El cuerpo puede asimilar tal cual esos azúcares, pues las abejas ya han realizado la necesaria inversión en azúcares simples, ahorrando ese trabajo al tracto gastrointestinal humano.
La glucosa es absorbida directamente en la sangre, y la fructosa con algo menos de rapidez, como no son necesarios cambios químicos y por ser un alimento predigerido por las abejas, la miel es la fuente de energía rápida y natural por excelencia.


¿QUE CONTIENE LA MIEL?


La miel contiene todas las vitaminas que los bromatólogos o expertos en nutrición consideran necesarias para la salud: las del grupo B, tiamina, niacina, riboflavina, ácido pantoténico, piridonxina y biotina, además de ácido ascórbico o vitamina C. Todas ellas juegan un papel fundamental en la nutrición humana.
Y a diferencia de las frutas y verduras, que pierden parte de su contenido vitamínico durante la cosecha, almacenaje y preparación, la miel - a menos que se caliente - no pierde nunca sus vitaminas.
Contiene todos los minerales que son esenciales para la salud: hierro, fósforo, aluminio y magnesio.
El contenido mineral de cada variedad de miel difiere de acuerdo con los recursos minerales del suelo. Las mieles oscuras de sabor fuerte, cosechadas en zonas de costa de vegetación tropical, suelen ser más ricas en hierro y otros minerales.

Además la miel sin procesar y sin filtrar contiene pequeños trozos de polen, que son proteína pura.
Este sano alimento que nos aportan las abejas tiene un alto valor energético ya que posee 322 calorías por cada 100 gramos con la ventaja de ser altamente digerible.
Como dieta habitual está especialmente indicada en ancianos niños, convalecientes, y atletas, ya que se trata de un alimento carbohidratado o energético más digerible y aromático que el azúcar, la cual proporciona calorías vacías sin ninguna vitamina o mineral, en comparación con la miel de abeja que hay que añadir que a la fecha se han descubierto en la miel más de 180 sustancias distintas beneficiosas para el organismo humano. La miel debe consumirse pura, tal como sale de la colmena, extraerse por fuerza centrífuga, sin utilizar métodos de calentamiento, ya que al calentarla a más de 60 grados centígrados la miel pierde propiedades. Es un producto tan fino y tan sensible que al calentarse las enzimas y aminoácidos que contiene se alteran. Calentar o adulterar la miel es una práctica nefasta ya que matan todas las propiedades antibióticas y alimenticias de este excelente producto natural.
Como consumidores debemos saber que la cristalización de la miel es algo natural, al pasar el tiempo, el agua que la miel contiene se evapora y se va convirtiendo en una masa sólida, que sin embargo, no pierde absolutamente ninguna propiedad, la cristalización es un sinónimo de pureza. Si la desean consumir líquida, se recomienda poner el frasco al sol, debidamente protegido con una tela obscura o papel periódico para que los rayos ultravioleta no dañen los elementos vivos de la miel.
La inclusión de la miel en la dieta diaria puede a ayudar a eliminar la deficiencia de elementos minerales.
Tomar la decisión de suplir el azúcar por miel de abeja en nuestros alimentos diarias es una sabia decisión.


UN POCO DE HISTORIA DE LA MIEL

Entre los numerosos testigos de la literatura culinaria de los antiguos, la miel figura en lugar noble y preponderante y los más elocuentes son los de Grecia y de la Roma antigua. Comenzaremos este breve recorrido con nuestro Nuevo Mundo.

Abejas de la especie 'Melipona scutellaris'
En América no existían las distintas especies del género apis, y las culturas establecidas en la zona utilizaron las abejas sin aguijón, o sea las llamadas MELIPONAS.
Las culturas mesoamericanas lograron cultivar diversas variedades de los géneros Trigona y Melipona, entre las que tuvo particular importancia la especie MELIPONA BEECHEI BENNETT, que se utiliza todavía en Yucatán y a la e en idioma maya se denomina XUNA AN-KAB, KOLEL-KAB O POOL-KAB
La historia de la apicultura maya es sumamente interesante y muy representativa del resto del área mesoamericana. Los mayas cortaban los troncos en donde existían panales, los transportaban al alero de su vivienda y los cuidaban hasta el momento de la cosecha.
Esta actividad alcanzó mayor eficiencia a con Apis Melllifera en La Europa de los siglos XVI al XVIII, especialmente en lo que se refiera a producción y reproducción de colonias.
Los mayas utilizaron la miel como recurso en la fabricación del BALCHE, bebida que incluía además de la miel, corteza del bacheé (lonchocarpus longistilys pittier) y agua y que utilizaban en los rituales religiosos.

Códice Trocortesiano, dibujado sobre papel amate.
por ambas caras, está dispuesto como un
calendario, según los días del año, mostrando
los pronósticos para cada día referidos a la
cacería, la apicultura, los rituales para propiciar
la lluvia, la siembra y la cosecha. Su datación estaría
entre el 1200 y el 1500, aunque últimamente se tiende
al siglo XV.

La miel ha sido utilizada también como moneda y objeto de un intenso comercio que realizaban desde Tabasco, por mar con Honduras y Nicaragua, así como con el Imperio Mexica, a cambio de miel y cera ,los mayas probablemente recibían semillas de cacao y piedras preciosas. Esta práctica ha sido utilizada en numerosas culturas en el mundo.
Con la llegada de los españoles a América, la apicultura fue considerada como monopolio real y exclusivo de España con su abeja europea o apis melífera. No obstante debido a las actividades religiosas surgió una fuerte demanda de la cera de abeja, utilizada para fabricar velas, que eran absolutamente indispensables para oficiar la misa.
Desafortunadamente, con introducción de la caña de azúcar y el desarrollo de grandes haciendas azucareras en la región central de la nueva España, la miel pasó a segundo lugar como producto, la necesidad de utilizarla como endulzante se redujo y solo se le empleaba para la fabricación del balché.

En Grecia

Todos los griegos eran desde su infancia alimentados con una mezcla fortificante de leche y miel que le llamaban melikatron, y no había una sola comida sencilla o suntuosa en la que no figurase la miel en panal .
Como alimento de vida por excelencia, la miel era también, según Pitágoras y Demócrito, fuente de longevidad y de poderío intelectual. Los dos filósofos, que la utilizaban en la fabricación del pan que comían cada día, le atribuyeron a la miel, el haber llegado a una edad avanzada sin enfermedad alguna.
La miel era igualmente empleada en la cocina propiamente dicha, por ejemplo en los guisos y salsas de Atenas.


En Roma

Los romanos, muy amantes de la miel, apreciaban de una manera muy particular las mieles de Sicilia, Córcega y Cerdeña.
Los romanos servían la miel al principio de la comida en forma de viejo vino mielificado, el mulsum y luego en el segundo servicio en su forma ordinaria y finalmente en el postre en forma líquida o en panales.
Un plato de entrada particularmente valorado en la época de Nerón y del que Petronio, el árbitro de las elegancias de entonces, nos elogia sus méritos en su Satiricón, era el lirón preparado con salsa de miel.
Horacio por su parte, se deleita con los ova mellita, huevos con miel cuya receta consistía en un huevo con dos onzas de miel.
Entre las numerosas derivaciones de pastel hechas con miel y servidas en todas las mesas romanas, citaremos algunas de las mejores.

Libum 
El libum, pan de sacrificio con miel, compuesta de fina flor de harina y donde entraban también huevos, mantequilla o aceite.
Los globos, los famosos buñuelos crujientes ante los que los romanos eran tan golosos.
La spira, especie de bollo fino en forma de espiral.
El savillum en opinin de Catón que nos ha dejado la receta, el más sabroso de los pasteles romanos.

Existía también el antepasado de nuestro alfajor: el panis mellitus, perfumado con polvo de anís verde.
La miel entraba también en la fabricación del hidromiel y de numerosos licores como el vino dulce o mellita, el vino de mirto y el vino rosado hechos a base de vino de Chipre y aromatizado con mirto y rosas.
Gracias a sus propiedades antisépticas la miel permitía además la preparación de conservas de frutas puestas así al margen de las fermentaciones.
Entre las costumbres culinarias exóticas hemos señalado los ratoncillos cubiertos de miel de los chinos y los saltamontes con miel de los árabes.
En la vieja Rusia el gran número de variedades de hidromiel, ilustra claramente el favor excepcional que entonces tuvo este brebaje.
Y recordemos la Luna de miel de los nórdicos que era la provisión de vino de miel suficiente para una luna, habitualmente ofrecida a los recién casados.


COMO REMEDIO

Por empirismo nuestros antepasados habían descubierto las propiedades antisépticas, dietéticas, edulcorantes, fortificantes, calmantes, laxantes, diuréticas, bactericidas de la miel y supieron sacar provecho de estas propiedades contra la mayor parte de las enfermedades.
Los usos médicos de la miel en apariencia singulares, de las antiguas civilizaciones tienen actualmente su explicación científica en el estudio de las propiedades fisiológicas y terapéuticas de la miel.

En Egipto



Los antiguos egipcios que conservaban los cadáveres dentro de miel pusieron de manifiesto sin saberlo, el poder antiséptico de esta materia altamente azucarada.
De la misma manera, utilizaban la miel como unguento sobre las llagas o heridas habiéndose percatado de que aseguraba una rápida y franca cicatrización. Esta propiedad, descubierta empíricamente, pone igualmente de manifiesto la actividad antimicrobiana y regeneradora de la miel.
Tampoco desconocían sus efectos favorables en enfermedades del tubo digestivo, de riñón y de los ojos lo mismo en enfermedades de la piel.
En la cosmetología egipcia la miel era uno de los ingredientes principales de las cremas de belleza, por sus propiedades cicatrizantes, su efecto tonificante y sus cualidades suavizantes, la convertían en el ingrediente favorito en todas las cremas y cosméticos faciales de esa época. Hoy en día la miel es muy importante también en la elaboración de cosméticos naturales.
En el Corán se dice "Come miel, hijo mío, porque no solamente es agradable y sano alimento, sino que es también un remedio contra muchas enfermedades".
Se utiliza pues, la miel para curar. Después de la incisión se emplea contra llagas, picaduras de insectos, quemaduras, problemas oculares, hongos y bacterias de la piel.
La miel aparece igualmente como eficaz en las afecciones pulmonares por ejemplo una maceración de pétalos de rosa con miel pura, parece que fue una de las primeras medicaciones activas contra la tuberculosis.


LAS PROPIEDADES TERAPEUTICAS DE LA MIEL


Es un carbohidrato de alto valor energético 3.3. calorías por gramo, rico en azúcares, ácidos naturales, minerales, proteínas y aminoácidos, enzimas y otras sustancias que se incorporan al torrente sanguíneo en 15 minutos.
El azúcar demora dos o cuatro horas en ser metabolizado para convertir la sacarosa en formas digeribles más simples de glucósidos y luego asimilarlos, con gran trabajo del páncreas, y producir enfermedades como artritis, diabetes mellitus, obesidad, ataques cardíacos cáncer, etc.
La miel ejerce una importante acción dinamógena, un ligero efecto aperitivo, facilita la asimilación y digestión de otros alimentos, supera al azúcar corriente en su influencia positiva en la asimilación del calcio en los niños y la retención del manganeso, tiene propiedades laxantes, sedantes, antitóxicas, antisépticas, antianémicas, febrífugas y emolientes..
En el hombre sano, la miel permite un mejor rendimiento físico, especialmente en los deportistas, en cuyo caso, debido a su doble efecto dinamógeno y estimulante para el corazón, incremente la resistencia, favorece la recuperación facilita los esfuerzos reiterados y prolongados y previene las recaídas.
Facilita la asimilación y digestión de otros alimentos, contrarresta en cierta medida las eventuales carencias alimenticias de aminoácidos, sales minerales y microelementos, vitaminas, etc.
Es un azúcar ideal para la alimentación, porque en su composición entran azúcares simples, glucosa y fructosa que no necesitan transformación por los tubos digestivos para que sean asimilados.
SE CONSIDERA UN MAGNÌFICO COMPLEMENTO de la leche en la alimentación de los niños por buenas cualidades, fácil digestión, rápida absorción y agradable sabor.
Su valor se ve realzado porque su rápida asimilación previene la fermentación alcohólica, no produce acidosis, sus ácidos libres favorecen la absorción de grasas, su contenido de hierro ayuda a complementar la deficiencia de este elemento en la leche de vaca y leche materna.
Ha sido extensamente utilizada en la medicina por su poder germicida y anticriptogámico, por lo que su empleo entre los babilónicos, egipcios, hebreos, asirios, chinos griegos y otros pueblos era habitual.
Su valor era inestimable en la curación de heridas y quemaduras, en aplicación tópica En heridas infectadas también ha logrado su beneficioso efecto.
Es un valioso vehículo en preparación farmacéuticas.
Es muy útil en la desintoxicación de alcohólicos ya que estos se recuperan de la ebriedad en corto tiempo.
Se le atribuyen valiosas propiedades en la curación de enfermedades hepáticas, renales, pulmonares, digestivas, llagas, dermatitis o inflamaciones de los ojos, entre otras.
En opinión de algunos investigadores, la miel y la jalea real, ejercen acción antimicótico, lo que explica la rareza de cáncer entre los apicultores. La sustancia clave podría ser la acetilcolina unida a las diastasas de la miel, pues parece ser que la colina protege a las células maduras y al mismo tiempo inhibe la marcha proliferante de células enfermas,

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