La presunta profecía maya del fin del mundo es una invención ajena al pensamiento de esa cultura. Está arraigada en una concepción del tiempo occidental (de origen judeocristiano), creada en 1975 por el estadounidense Frank Waterses, pero ha cautivado a millones de personas que responden a una necesidad cultural de creer en el fin del mundo, lo que ha sido aprovechado para la comercialización de productos mediáticos, libros, y hasta de refugios antinucleares.
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México Erik Velásquez Garcíaexplica que, según la concepción maya antigua, en diciembre próximo se completará el 13 baak'tuunes, es decir, un aniversario o jubileo de la creación del mundo.
La única inscripción de la antigua cultura maya que contiene una referencia futurista a diciembre de 2012 está contenida en un texto jeroglífico conocido como Monumento 6 de Tortuguero (donde se refiere que se completará el 13 baak'tuunes), descubierto por arqueólogos hace ya varias décadas en Tabasco.
Los mayas utilizaron el sistema calendárico de la Cuenta Larga hasta el año 909 d.C. y les sirvió para computar días de forma lineal, ininterrumpida, como un ciclo que no tiene ni principio ni fin,que es eterno, detalla el académico del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Ese método tiene segmentos destacados, cuya duración es de 5,125 años, y al llegar a ese lapso se completan 13 baak'tuunes.
El término baak'tuun alude a un lapso cercano a los 400 años, exactamente 144,000 días. "Es un término inventado a principios del siglo XX por los mayistas, pues el jeroglífico que designa a ese periodo aún no había sido descifrado. Hoy sabemos que su nombre antiguo era en realidad pik", aclara Velásquez García.
El 13 de agosto de 3114 a. C., en la Cuenta Larga se llegó a los 13 baak'tuunes ó 13 piks, una fecha totalmente mítica, en la que los mayas antiguos pensaron que inició la creación o el ordenamiento del mundo vigente. Siguió su camino y su ritmo y lo que tenemos en diciembre del 2012 es que de nuevo se completarán otros 13 baak'tuunes o piks, es decir, en realidad es un aniversario o jubileo de la creación.
La inscripción 6 de Tortuguero no contiene ninguna profecía del fin del mundo, cambio de conciencia, alineación con el centro de la galaxia, ni nada de esas ideas que se le atribuyen, subraya el investigador del IIE. "Está rota, fragmentada, es un texto incompleto que, sin embargo, conserva muchos jeroglíficos. La inscripción perteneció a un edificio del siglo VII que ya no existe, pues muchos vestigios de Tortuguero fueron destruidos por la explotación de minas de arena.
Erik Velásquez detalló que la inscripción fue ordenada por un gobernante maya del siglo VII, llamado Balam Ajaw, y conmemora la consagración de un templo en el año 669 d.C., que asoció con la fecha futurista, la de diciembre de 2012, porque era un aniversario de la creación. "Es decir, el templo no sólo se edificó, sino que en las ceremonias de consagración se le asoció con el momento de la creación de 3114 a.C., a través de su jubileo o aniversario, que sería 5,125 años después, es decir, en 2012".
La profecía
En la página 283 de México místico: la llegada de la sexta era de la conciencia, se lee: "Este proceso de involución y evolución, este movimiento perpetuo, puede ser el significado más profundo del antiguo jeroglífico de Mesoamérica para el movimiento, que tiene lugar dentro del corazón del hombre, de sí mismo. Sin duda, la validez de México místico debe encarnar esta verdad universal". Escrito por Frank Waters, este libro presuntamente explica la profecía maya del fin del mundo.
En los años 70 este escritor estadounidense New Age, explica Velásquez, se enteró de la existencia de la inscripción del Tortuguero y comenzó a fantasear. "Por analogía con las ideas de los mexicas sobre los Cinco Soles Cosmogónicos, lo que hizo Waters fue mezclar este dato con lo interpretado en el Monumento 6 de Tortuguero y pensó que era la fecha en que se llegaría a una especie del final del Quinto Sol a través de un cataclismo, amalgama que también mezcló de una forma nada académica, sino completamente ecléctica, con las ideas futuristas que encontró entre los hopis del suroeste de Estados Unidos, para armar una especulación que desembocaría en diciembre de 2012, con el supuesto final de nuestro mundo".
El universitario explicó que el pensamiento New Age ha heredado esa idea apocalíptica y le ha dado nuevas formas, atribuyendo a las antiguas civilizaciones no cristianas directrices ajenas a ellas.
Lo que tenemos ahora, a partir de la obra Frank Waters y toda la literatura de esa corriente, es una explotación comercial de este fenómeno, que no habla nada del pasado, pero sí mucho del presente y de nosotros mismos como sociedad occidental, menciona el investigador.
Entonces, esa profecía es una invención, ajena al pensamiento de la cultura maya y enraizada en una concepción del tiempo occidental (de origen judeocristiano) creada en 1975 por Waters. "Hay muchas personas que son cautivas de estas ideas contemporáneas, que necesitan creer y que son caldo de cultivo para que esas ideologías tengan éxito a nivel comercial, y hay otro grupo que se aprovecha y hace series de televisión, escribe best sellers, construye refugios subterráneos antinucleares, donde cada individuo puede librarse del fin del mundo por 50,000 dólares", puntualiza el académico. Fuente: UNAM
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