En el año 2030, Asia superará a Europa y Norteamérica convirtiéndose en la gran potencia económica mundial que ya fue durante la Edad Media. Las muertes por enfermedades de transmisión bajarán un 40%. La mayoría de la población mundial no será pobre y entre ella caminarán “superhumanos” biónicos con medicamentos neuro-farmacéuticos que correrán a través de sus venas.
Estas son sólo una pequeña fracción de las predicciones hechas por los adivinos del Consejo Nacional de Inteligencia (NIC), una coalición formada por 17 agencias de inteligencia gubernamentales de los Estados Unidos. Las profecías del NIC fueron recientemente detalladas en Tendencias Globales 2030: Mundos Alternativos, un informe de 140 páginas que identifica las “mega-tendencias” que se espera que surjan en los próximos 18 años, cambiando radicalmente el mundo tal y como lo conocemos hoy en día. El informe es la quinta entrega de la serie Tendencias Mundiales del NIC, que busca facilitar un marco proactivo para pensar acerca del futuro.
“Nos encontramos en un momento crítico de la historia de la humanidad que podría llevar a futuros de grandes contrastes”, escribió Christopher Kojm, presidente del NIC, en la introducción del informe. “Nuestra postura mantiene que el futuro no está definido, pero es maleable, el resultado de una interacción entre mega-tendencias, cambiadores de juego y sobre todo de la acción humana”.
Entre las mega-tendencias más importantes se encuentra la difusión del poder y el empoderamiento individual. El oeste está destinado a ocupar el asiento trasero de la economía asiática a medida que la tecnología nivela el campo de juego y otros “estados medios no occidentales” comienzan a levantarse.
La clase media se espera que crezca en la gran mayoría de los países, aunque no se sentirá segura debido a los mil millones de trabajadores provenientes de los países en desarrollo, que inundarán el mercado laboral.
La demografía mundial también se espera que cambie. Las tasas de esperanza de vida probablemente aumenten, llevando a un incremento de la población mundial de 7.1 mil millones hoy en día hasta aproximadamente ocho mil millones en el 2030. La mayor parte de esta población se dirigirá hacia las grandes ciudades, mientras que la urbanización crecerá en aproximadamente un 60%.
A medida que incrementa la población también lo hará la competencia por los recursos. La demanda por alimentos se espera que crezca un 35% y la de energía un 50%. Además, la mitad de la población vivirá en zonas con problemas de agua.
Dicho esto, comenzamos a visionar hacia dónde nos dirigimos. A medida que la población mundial se vuelve más inteligente, más saludable y más próspera debido a los desarrollos tecnológicos positivos en una amplia gama de campos, también estamos creando un prometedor y a la vez vulnerable futuro. Y eso por no mencionar escenarios que cambiarían el juego tales como la guerra nuclear, las pandemias y el bioterrorismo.
“Nuestro esfuerzo se dirige a estimular a los tomadores de decisiones, ya sean de fuera o dentro del gobierno, para pensar y planear a largo plazo de manera que esos futuros negativos no ocurran y los positivos tengan una mayor oportunidad de desplegarse”, escribió Kojm.
Sea quienes sean esos tomadores de decisiones y si conducirán o no a un mundo de orden o caos, de celebración o hambruna, nadie lo sabe. Lo que sí está claro es que el 2030 irá mucho más allá de nuestra imaginación.
“A medida que avanza la tecnología de reemplazo de las extremidades, la gente podría mejorar su aspecto físico tal y como se hace con la cirugía plástica hoy en día”, afirma el informe. “Implantes de retina del futuro podrían permitir la visión nocturna y ciertas mejoras neurológicas también podrían proporcionar una memoria superior o más velocidad de pensamiento”.
Fuente: Discovery
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