Ahora, gracias a La Faloteca Islandesa, los individuos interesados pueden por fin emprender un estudio serio en el campo de la falología de manera organizada y científica.
La Faloteca Islandesa contiene una colección de doscientos ochenta penes y partes de pene pertenecientes a casi todos los mamíferos marinos y terrestres de Islandia. Los visitantes del museo encontrarán cincuenta y cinco especímenes pertenecientes a diecisiete tipos de ballenas, uno tomado de un oso polar errante, treinta y seis especímenes pertenecientes a siete tipos diferentes de focas y morsas, y ciento quince especímenes provenientes de veinte tipos distintos de mamíferos terrestres. En total hay doscientos diez especímenes pertenientes a cuarenta y seis tipos distintos de mamíferos. Hay que destacar que el museo ha tenido la suerte de obtener la promesa de recibir cuatro especímenes certificados de Homo Sapiens. Asimismo, hay unos veintitrés especímenes de seres folclóricos islandeses y cuarenta especímenes no autóctonos (foráneos). En total la colección contiene 281 especímenes de 92 especies diferentes de animales. Además de la sección biológica del museo, los visitantes pueden ver la colección de aproximadamente trescientos rarezas artísticas y otros utensilios prácticos relacionados con el tema principal del museo.
El fundador del museo
El fundador del museo, Sigurdur Hjartarson (nacido en 1941) es un historiador con una licenciatura de la Universidad de Islandia y una Maestría en Historia Latinoamericana (M.Litt.) de la Universidad de Edimburgo en Escocia. Ha trabajado por 37 años como director de escuela y profesor, los últimos 26 de ellos como profesor de historia y español en la Escuela de Bachillerato de Hamrahlíd en Reykjavík. Se jubiló en 2004 y se mudó a Húsavík. Ha escrito y traducido unos veinte libros, principalmente sobre historia de América Latina, incluyendo libros de texto de historia y de español.
Historia del museo
Los cimientos se echaron en 1974 cuando adquirí un vergajo o pene de toro. De niño me mandaban al campo durante las vacaciones de verano, y allá me dieron un vergajo de toro como látigo para los animales. En esa época en 1974 vivía en la ciudad de Akranes en la costa sudoccidental, trabajando como director de una escuela secundaria. Algunos de mis profesores trabajaban durante el verano en una cercana estación ballenera y después del primer espécimen, empezaron a llevarme penes de ballenas, en principio para tomarme el pelo. Paulatinamente surgió la idea de que sería interesante coleccionar ejemplares de más especies de mamíferos.
La colección de tales órganos procedió lentamente al principio, y en 1980 tenía 13 especímenes, cuatro de ellos de ballenas y nueve de mamíferos terrestres. En 1990 había 34 ejemplares y cuando el museo abrió en Reykjavík en agosto de 1997 los ejemplares eran 62 de número.
La reacción de los visitantes ha sido muy favorable. Se han publicado más de cien artículos sobre el museo en 26 países de todo el mundo. El número de visitantes ha incrementado gradualmente, llegando a 13.000 en el verano de 2011.
El conservador
El conservador, Hjörtur Gísli Sigurðsson, hijo del fundador (nacido en 1964), dejó su trabajo como jefe de logísticas para encargarse del museo. Por eso se mudó el museo del pueblo de Húsavík y lo abrió de nuevo en un local central en Reykjavík en noviembre de 2011. Ha reorganizado y modernizado el museo totalmente conforme a un alto nivel de nuestros tiempos.
El nuevo curador es un hombre de experiencia muy variada. De nino y adolescente vivía en países diferentes como Escocia, Suecia y México y ha viajado mucho por el mundo. Es muy aficionado a la naturaleza, es un competente cazador y pescador de cana y maestro autodidacto de la cocina. Como hijo del fundador puede ser considerado como muy capaz de dirigir el desarrollo scientífico de la falología del porvenir.
Algunas fotografías dentro del museo:
Fuente: Museo Nacional del Pene
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